Esta es una entrada que me envió J.Copter antes de que le ofreciera "el puesto", así que me veo en la obligación de publacarla yo mismo. Dice así .....
Año 1996, KISS venían a España por segunda vez en su historia y lo mejor de todo, con la formación original y la vuelta al maquillaje y los viejos uniformes. Sólo dos fechas, Zaragoza y Madrid. No lo dudé un instante, compré la entrada para Zaragoza, un billete de ida y vuelta en autocar y reservé una individual en mi hotel habitual, el San Jorge.
La expectación era tremenda, por fin iba a ver a la banda de mi vida. Los que me conocen saben de mi pasión por KISS desde que los vi en Aplauso, allá por el 82.
Llegó el 29 de noviembre, viernes, y salí para Zaragoza, cargado de ilusión y cd's para el viaje (me acuerdo de ir escuchando Made in Japan) y nada más entrar en la ciudad escuché a los dos chavales que iban a mi derecha (ante la visión de un poster del concierto en un pirulí) que habían cancelado el concierto.
Algo empezó a removerse en mi estómago y nada más bajar del autocar llamé al Principe Felipe (el pabellón, no vayáis a creer que tengo contactos en Zarzuela) y me lo confirmaron. La huelga de camioneros franceses había impedido el acceso a los (entre otros) vehículos que traían el material del grupo.
Sólo con haber abierto el Periódico en casa esa mañana me habría ahorrado el viaje, que no la gran decepción claro, porque allí aparecía la noticia. Cambié el billete para volver esa noche y anulé la reserva del hotel.
Lo jodido viene ahora.
En una época en la que no había internet y en la que no estuve todo lo atento que debí, no me enteré de que cuando volvieron al año siguiente, no sólo volvían a Madrid e incluían a Barcelona, sino que a Zaragoza también regresaban (y eso que llamé al pabellón pero me dijeron, claro, que no tocaban allí) pero a la plaza de toros. Cuando compré la Metal Hammer del siguiente mes, ¿de qué ciudad hacían la crónica?... de Zaragoza, como no.
Y además, allí hicieron el show completo no como en Barcelona donde nos dejaron sin tirolina ni el vuelo de Gene.
En fin, al menos los vi y cumplí un sueño que afortunadamente se ha vuelto a repetir en cuatro ocasiones.
Aquí os dejo una foto de la entrada que, evidentemente, conservo intacta.
Si fuera creyente, a veces pienso que quizás fue un castigo por ser egoista. Mi padre estaba hospitalizado con cáncer de laringe y ya nos habían dicho que no iba a vivir mucho más. Cinco días después del "concierto" falleció. No me atormento con eso pero a veces me viene a la cabeza.
Os adjunto también la entrada del concierto del 97 en BCN, ¡¡¡vaya diferencia!!!